enero 08, 2013

Año Nuevo y Reforma Educativa en México


Inicia el año 2013 y  con él sólo podemos convocar a la esperanza en los frutos de nuestra acción cotidiana con  que construimos la historia de nuestro tiempo. 

Aunque fue  materia del cierre del año anterior, en esta comunicación me referiré a los  cambios y adiciones aprobados a los Artículos 3º y 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que concretizan un primer paso de lo que la actual administración ha denominado Reforma Educativa.

Dos fueron los puntos nodales de la iniciativa presidencial: La primera: otorgar rango constitucional a un sistema de evaluación para el ingreso y promoción de los docentes de educación básica y media  para lo que se propuso adicionar la Fracción III del Art´3º, con el texto: “Adicionalmente, el ingreso al servicio docente y la promoción a cargos con funciones de dirección o de supervisión en la educación básica y media superior que imparta el Estado, se llevarán a cabo mediante concursos de oposición que garanticen la idoneidad de los conocimientos y capacidades que correspondan. La ley reglamentaria de este artículo fijará los términos para el ingreso, la promoción, el reconocimiento y la permanencia en el servicio. Serán nulos todos los ingresos y promociones que no sean otorgados conforme a la ley”.

El segundo punto clave fue otorgar autonomía al Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, establecer entre sus tareas “Diseñar y realizar las mediciones que correspondan a componentes, procesos o resultados del sistema;” y establecer la estructura de gobierno de este organismo. 

Entre el acto protocolario de presentación de la propuesta realizado el 10 de diciembre y la aprobación final por el Congreso de la Unión, el día 22 del mismo mes, asistimos a un interesante debate en torno al sentido y contenido de los cambios Constitucionales en proceso. Destacan por su importancia para la profesión docente las discusiones  sobre las implicaciones laborales para el magisterio y  políticas  para  el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en el control ejercido hasta ahora de las plazas docentes.

Un puntual seguimiento del proceso y discusiones en torno a estos cambios, puede consultarse en Educación a Debate.

Mi punto de vista fue expresado también en ese portal educativo, con el texto: “De focos y silencios en la propuesta de reforma”, 

Después de un proceso legislativo Express, la Reforma Constitucional fue aprobada el 22 de diciembre por ambas Cámaras, como se aprecia en el documento final que contiene el análisis y modificaciones que el Senado realizó a la propuesta previamente sancionada por el Congreso. Para una lectura más ágil, comparto mi ejercicio de recorte únicamente de las adiciones y cambios aprobados en los Artículos 3º y 73 de la Constitución.

Aunque las implicaciones de estas cambios Constitucionales habrán de concretarse todavía en la Ley General de Educación en los próximos meses, resulta de vital importancia analizar su impacto en la educación pública de México. En este contexto de reflexiones, resulta altamente recomendable el texto del Dr. Manuel Gil Antón “Reforma Educativa”, que, entre otros puntos, señala:

Ante este panorama (de rezago educativo), lo que se ha llamado reforma educativa es, con precisión, el intento de modificar las relaciones (otra forma) de gobierno, control y conducción del sistema educativo. Son, en el mejor de los casos, condiciones necesarias, pero no suficientes, para enfrentar el desbarrancadero en que se encuentra el aprendizaje de la población en el país” 

Sirvan estas primeras reflexiones del año para construir nuestra agenda educativa de los meses que están por venir. 


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